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“Amenaza de aborto por infecciones urinarias”

La infección urinaria en el embarazo es uno de los principales problemas de salud, que influyen de forma directa en el desarrollo del embarazo y el parto.

La infección del tracto urinario (ITU), es una de las complicaciones médicas más frecuentes durante la gestación y su importancia radica en que puede repercutir en la salud materna, y en la evolución de la gestación presentando complicaciones como parto prematuro, bajo peso al nacer, infección y aumento de la mortalidad perinatal. En el seguimiento prenatal, es una entidad que tiene diversas maneras de presentación en las que se nombran: bacteriuria asintomática, cistitis, pielonefritis e infecciones a repetición (Universidad de Ciencias Médicas de La Habana). 

Ahora bien una amenaza de aborto es la presencia de hemorragia de origen intrauterino antes de la vigésima semana completa de gestación, con o sin contracciones uterinas, sin dilatación cervical y sin expulsión de los productos de la concepción. 

El riesgo de una infección urinaria radica en que se extienda a la corriente sanguínea, lo que resultaría extremadamente peligroso tanto para la madre como para el feto. Por esta razón, los análisis de orina son una de las pruebas más frecuentes en los controles rutinarios prenatales.

Los síntomas de una amenaza de aborto son:

  •  Amenorrea secundaria 
  • Cólicos abdominales con o sin sangrado vaginal
  • Volumen uterino acorde con amenorrea
  • Sangrado vaginal durante las primeras 20 semanas de embarazo (el último período menstrual se presentó hace menos de 20 semanas).

La amenaza de aborto espontáneo puede presentarse con una pérdida de sangre apenas perceptible hasta un profundo shock potencialmente mortal. Una vez que el cuello uterino comienza a dilatarse, el aborto espontáneo y la pérdida del embarazo son inevitables (Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica).

Los factores de riesgo los podrás observar en la siguiente tabla. 

Los riesgos de la amenaza de aborto son más altos en: 

• Mujeres mayores de 35 años

 • Mujeres con antecedentes de tres o más abortos espontáneos 

• Mujeres con enfermedad sistémica (como la diabetes o la disfunción tiroidea).

Según la Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica.

Para su diagnóstico se puede hacer una ecografía abdominal o vaginal para verificar el desarrollo del bebé, los latidos cardíacos y la cantidad de sangrado. En él se tiene la capacidad de establecer de manera rápida y exacta si bebé está vivo o no, y de predecir si un embarazo tiene posibilidades de continuar cuando hay hemorragias.

En ámbitos donde está disponible, esta capacidad ha racionalizado el cuidado de las mujeres con amenaza de aborto espontáneo en el primer trimestre de embarazo. Se realizará asimismo un examen pélvico para revisar el cuello uterino. Se pueden llevar a cabo los siguientes exámenes: 

•Examen de beta GCH (cuantitativa) durante un período de días o semanas para confirmar si el embarazo continúa

 •Conteo sanguíneo completo (CSC) para determinar la cantidad de pérdida de sangre

 •GCH en suero para confirmar el embarazo

 •Conteo de glóbulos blancos con fórmula leucocitaria para descartar la infección. 

Para finalizar, los tratamientos para las infecciones urinarias en el embarazo son indicados por especialistas después de valorar el estado de salud de la madre. Desde la concepción, hasta la gestación CAFI te acompaña para evitar riesgos.

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