
El control prenatal es un conjunto de acciones que involucran visitas médicas durante el embarazo con el objetivo de vigilar su evolución, detectar a tiempo riesgos, prevenir complicaciones y preparar el parto, la maternidad y la crianza.
El reto principal es proveer el adecuado control prenatal para mantener la salud y el bienestar de las madres y los bebés, por medio de la evaluación y monitoreo durante el embarazo hasta el nacimiento.
Esta guía tiene el propósito de proporcionar las actividades para el cuidado del control prenatal. Este debe ser precoz, periódico, completo y debe ofrecer una amplia cobertura.
A continuación se muestran las actividades adecuadas para un correcto control prenatal. Fueron retomadas de la Revista del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá
Información:(file:///D:/2021/ARTICULOS%20DE%20INVESTIGACI%C3%93N/NOVIEMBRE/Control%20prental.pdf)
1. Administración de ácido fólico (folato, vitamina B-9). En el período preconcepcional y en el primer trimestre del embarazo se debe proporcionar la administración de ácido fólico. La suplementación periconcepcional de esta vitamina reduce la incidencia de defectos del tubo neural.
2. Categorizar a la embarazada según el riesgo. Saber el estado actual de la embarazada según el riesgo, examen físico, llenado de historia clínica.
3. Evaluación en cada consulta de factores de riesgo. La historia clínica perinatal permite realizar diagnósticos de situación e intervenciones apropiadas. Utiliza el enfoque de riesgo que se fundamenta en la probabilidad que tienen algunas embarazadas de padecer un daño determinado.
4. Fijar cronograma de controles prenatales. El control prenatal es recomendable realizarlo de la siguiente manera: una vez cada cuatro semanas hasta la semana 28, de 28 a 32 semanas cada 3 semanas, de 32 a 36 cada 2 semanas y de 36 al parto 1 vez por semana. En pacientes con patología asociada, será la norma obstétrica correspondiente quien determinará la frecuencia en cada caso.
5. Determinar el grupo sanguíneo y el factor Rh. En caso de que la paciente fuera RH negativa, realizar prueba de Coombs indirecta, que sirve para prevenir la enfermedad hemolítica del recién nacido.
6. Evaluar el estado nutricional materno. Las mujeres con un bajo índice de masa corporal ganan más peso y mujeres con alto tienden a ganar menos peso que el recomendado. La mayoría de las mujeres tienen un conocimiento nutricional inadecuado, por lo que su alimentación no es de acuerdo a los requerimientos nutricionales para el embarazo. La ganancia de peso gestacional está relacionada con el ingreso nutricional y la ganancia de peso materno tiene que ser guiada por especialistas en el Control Prenatal.
Un hábito alimenticio inadecuado durante el embarazo, puede provocar un bajo peso al nacer, nacimientos prematuros, obesidad o diabetes en la mamá.
7. Preparar a la mujer para la maternidad. Se debe informar acerca de las características del desarrollo del embarazo normal y los signos de apartamiento de esa normalidad así como preparar a la embarazada y su pareja para cada etapa en el camino hacia su maternidad/paternidad. Además, informar sobre métodos anticonceptivos para la planificación familiar.
8. Administración de hierro. La mayoría de las mujeres no cubre los requerimientos de hierro durante el embarazo. La OMS, estima que más del 30% de las embarazadas están por debajo de los valores normales, por ello recomienda la ingesta de hierro a todas las mujeres embarazadas. Estudios clínicos randomizados, muestran una mejora en la hemoglobina en las mujeres a las que se les administró un suplemento de hierro durante el embarazo.
9. Control riguroso de la presión arterial. La incidencia de enfermedad hipertensiva del embarazo es una complicación frecuente, la preeclampsia grave/eclampsia tiene una alta tasa de mortalidad materna y perinatal, si no se la detecta y trata rápidamente. La tensión arterial se debe correlacionar con hemoconcentración, aumento de peso excesivo (edemas) y aparición de proteinuria.
10. Determinar Hemoglobina. La causa más común de anemia en el embarazo es la deficiencia de hierro. Los niveles de hemoglobina con los cuales se define anemia es controversial, algunos estudios reportan 11 gr/100ml a 12 gr/100ml como una concentración mínima durante la gestación. Debido a que la hemoglobina es distinta en cada etapa de gestación, es recomendable estar vigilando sus niveles en cada trimestre del embarazo.
11. Estudios de detección de ETS como: sífilis, hepatitis B, toxoplasmosis y VIH. Es importante informar a las embarazadas acerca de las vías de contagio de cada una de las infecciones de transmisión sexual y la manera de evitarlas. Detectarlas a tiempo, dará oportunidad de tratarlas y reducir los riesgos materno fetales.
13. Urocultivo para descartar infecciones urinarias. Se realizará un urocultivo en la primera consulta y después de la semana 28. La bacteriuria asintomática durante el embarazo aumenta la posibilidad de una infección renal. El tratamiento evita el desarrollo de estas infecciones agudas, además reduce riesgos como nacimientos pretérmino y de bajo peso al nacer.
14. Vacunación antitetánica. Se debe vacunar contra el tétanos con dos dosis durante el embarazo, alrededor de las 25 y las 30 semanas. Si la paciente ha recibido dosis previas, el especialista indicará el suministro correspondiente en esos casos.
15. Instrucción de situaciones de riesgo. Ante presentaciones anormales, se deben buscar posibles causas como malformaciones fetales, malformaciones uterinas, tumores, etc.
16. Estudios ecográficos. Estimar edad gestacional por biometría, evaluar crecimiento fetal, malformaciones, localización placentaria, volumen de líquido amniótico, movimientos fetales, embarazos múltiples. Se realizan durante el embarazo normal: una ecografía antes de las 20 semanas y otra después de las 32 semanas de gestación. En algunos casos la especialista añade algunos otros ultrasonidos para el monitoreo y vigilancia del desarrollo materno fetal.
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Para concluir, el control prenatal es el proceso de actividades para el cuidado materno fetal al que todas las mujeres embarazadas deben asistir para contar con un embarazo saludable libre de complicaciones. Por ello, CAFI cuenta con paquetes diseñados a las necesidades de cada mujer embarazada.