
El Cáncer es una de las enfermedades que ocasiona un crecimiento descontrolado de las células de cualquier parte del cuerpo y puede propagarse. El Cáncer de Ovario es el tercer cáncer ginecológico más frecuente; sin embargo, es el que presenta el peor pronóstico, siendo tres veces más letal que el cáncer de mama. Menos de la mitad de los pacientes sobreviven más de 5 años y más del 75% de las mujeres se diagnostican cuando la enfermedad se encuentra en una etapa avanzada, siendo común el diagnóstico en estadios 3 y 4, donde la tasa de supervivencia es de 25-30%; además, el 60% de las mujeres con Cáncer de Ovario presentan enfermedad metastásica al momento del diagnóstico. Cerca del 4.4% de las muertes relacionadas con enfermedades malignas se deben al cáncer de ovario.
En estudios recientes sobre el Cáncer de Ovario, consideran los genes como responsables de la enfermedad y a su vez, se evalúa el riesgo que puede tener la mujer con factores genéticos y hormonales. Incluso se considera favorable prevenir el Cáncer de Ovario mediante el uso de anticonceptivos orales.
El Cáncer de Ovario afecta a las mujeres de todas las edades, pero es comúnmente diagnosticado entre los 55 y los 64 años. Es más frecuentes en la menopausia, ya que los ovarios dejan de producir ovocitos. La alta mortalidad de este tipo de cáncer se debe a un crecimiento asintomático del tumor; los síntomas, usualmente inespecíficos, suelen presentarse en etapas avanzadas, siendo los más comunes:
Dolor de espalda, fatiga, dolor/distensión abdominal, constipación o síntomas urinarios que se presentan al menos 3 meses antes del diagnóstico.
Factores de riesgo, tales como una disminución en la cantidad de embarazos y en el periodo de lactancia, y un aumento en la ligadura de trompas uterinas como forma de anticoncepción, han resultado en un incremento en la incidencia de este tipo de cáncer.
Actualmente, los estudios se centran en el marcador tumoral antígeno de cáncer 125 (CA-125) y en diversos estudios de imagen, cuyo principal objetivo consiste en ayudar a diferenciar entre lesiones benignas o malignas y al favorecer el diagnóstico oportuno de estas.
En los últimos años, se ha visto un aumento en la efectividad quimioterapéutica y la introducción de agentes basados en platino, así como cambios en prácticas quirúrgicas. Más recientemente, ha habido un cambio significativo hacia una mayor especialización en la atención, como resultado de la implementación de la guía del servicio de cáncer, mejorando resultados en cánceres ginecológicos. Entre ellos, el estudio combinado del marcador temporal CA-125 y estudios de imagen que favorecen el diagnóstico de la enfermedad. Al tratarse de una enfermedad de alta incidencia a nivel mundial, se realiza una revisión sistema que permite valorar la bibliografía más reciente, con el objetivo de mantener actualizado a los especialistas sobre la importancia del diagnóstico temprano y el manejo integral de esta patología.
En conclusión, se reconoce al Cáncer de Ovario como el cáncer ginecológico más letal, entendiéndose que solo alrededor del 45% de las mujeres con esta enfermedad sobrevive durante cinco años a partir de la fecha de diagnóstico. Los factores genéticos y hormonales como las mutaciones BRCA son responsables de aproximadamente en el 90% de los casos de Cáncer de Ovario y que esto último puede ser heredado, razón por la cual, la evaluación del riesgo es crucial para el éxito de estrategias de diagnóstico. La supervivencia en los últimos 20 años ha ido en aumento, debido al aporte de los análisis combinados o cribado entre el marcador temporal CA-125, estudios como el ultrasonido que favorecen el diagnóstico oportuno, incluso en pacientes asintomáticas donde se ha duplicado la detección temprana. Sin embargo, es indispensable realizar una adecuada historia clínica, más un examen físico completo, incluido un examen recto vaginal para evaluar las masas pélvicas y abdominales. Una vez realizado el diagnóstico se procede la selección del tratamiento inicial que será quirúrgico, o bien puede incluir radioterapia o quimioterapia de acuerdo al avance en el que se encuentre el cáncer.
Fuente: Oviedo, A. A., & Vanega, G. P. (2021). Cáncer de ovario. Revista Médica Sinergia, 6(7), e690-e690.